¿Una carta de presentación? ¿para qué si es probable que ni se lean mi currículum?
Aunque no lo creamos, una carta de presentación, puede ser la compañera ideal de nuestro currículum. Gracias a ella, podemos enfatizar nuestra motivación hacia un puesto concreto, una empresa en particular,… así como reforzar de manera personalizada el valor que podemos aportar a una determinada compañía. Pero… ¡cuidado! no se trata de que reiteremos nuevamente lo que pone en nuestro currículum, ni que hagamos la típica carta de presentación para mandar de manera genérica y masiva a todas las vacantes y empresas que nos encontremos por delante ¡NO! ¡tenemos que vendernos y debemos hacerlo bien!
¿Cómo podemos hacerlo? Nuestra carta debe ser capaz de captar la atención del reclutador o reclutadora, para ello, debemos destacar nuestra candidatura por encima de otras, y para ello, debemos…
- Personalizar nuestra carta. Como ya he comentado, las cartas genéricas y masivas, suponen un arma de doble filo que debemos evitar; por ello, es imprescindible que consultemos la web, las redes sociales y cualquier información que tengamos al alcance sobre la empresa, y lo relacionemos con lo que nosotros podemos aportar a esa empresa y/o vacante en concreto.
- Ser concisos. Hay que tener en cuenta que en los procesos de selección participan muchas personas, por lo que ser breve e ir a lo importante, para no cansar al lector (que recordemos que son las personas que nos pueden facilitar el continuar o no en un proceso de selección), es clave.
- Saber transmitir. No nos olvidemos que como nosotros, seguro que hay más personas que han querido diferenciar su candidatura con una carta similar a la nuestra, por eso, debemos ser capaces de transmitir nuestra motivación y qué podemos aportar frente al resto de candidatos y candidatas postulantes.
Parece sencillo, ¿verdad? pues siento decir, que realmente no lo es. Hacer un trabajo de investigación coherente, en el que resaltemos nuestros puntos fuertes, sin resultar arrogantes, y conseguir conquistar a la persona que nos lee, es un reto difícil de abordar y, por eso mismo, es un ejercicio que requiere de reflexión… ¡no lo desaprovechemos!
Y, sobre todo, no lo hagamos cuando…
- Nuestra candidatura sea espontánea.
- Queramos realizar unas prácticas.
- Queramos conseguir nuestro primer empleo.
En estos casos, es cuando debemos brindar la mayor información sobre nosotros, por lo que aquí, sí que sí, la carta de presentación será nuestra mejor aliada.
¿Crees que ya tienes preparada tu carta de presentación? Por favor, tómate unos instantes para revisarla y evitar alguno de los errores más comunes:
- ¡Reitero! Hay que personalizar nuestras cartas de presentación, mostrando nuestro interés concreto; por lo que un error común, sería usar siempre el mismo tipo de carta sin llegar a aportar más.
- Redactar una carta demasiado larga.
- Cometer faltas de ortografía.
- Tener una mala presentación y no cuidar la estructura de la misma.
- Olvidarnos de identificar nuestra carta con nuestros datos de contacto.
- Enviar la carta en un formato editable. Siempre, lo mejor, es mandarla en formato PDF, para asegurarnos que ninguna persona tendrá problema en su lectura.
¿Quieres un dato curioso para concluir? Es más posible que lean nuestra carta de presentación si está redactada en el correo que utilicemos para adjuntar nuestra candidatura. No sé por qué, pero así es… parece que cuesta más, abrir los archivos si no son los CVs…
¡Nos vamos viendo entre las líneas de cada publicación!
Verónica Blázquez.